Vengo durmiendo mal. Poco y de a partes. Con los ojos cerrados pero la mente en otro lado, que no es en sueños. Creo que, más que dormir, pierdo la consciencia un rato. Mis pensamientos son tantos que las voces se acoplan y mi mente deja de prestarles atención, pero sin caer tan profundo como para dormir. A la mañana estoy bien, no siento que tengo que estar de algún humor en particular por esto de no dormir bien. Lo pienso un rato, y lo atribuyo a que no quiero quedarme dormida para el trabajo. Estoy pensando que va más allá, que algo importante mantiene a mi mente tan ocupada. Tengo una idea de lo que puede llegar a ser, y la verdad que no sé qué voy a hacer al respecto. No puedo seguir durmiendo mal, pero cambiar las cosas va a ser malo. Muy malo. Va a traer peores días, con todavía menos sueño, o descanso.