Thursday, March 26, 2009

Nothing is impossible

A veces la gente se encapricha con las cosas más ilógicas. Es difícil pensar objetivamente la mayoría del tiempo, casi siempre vamos a necesitar a un tercero que nos ayude a ver las cosas de afuera. Si estás encaprichado, es todavía más difícil. Es una obsesión, algo que se necesita o se quiera hacer, no importan los riezgos o por lo que se tenga que pasar para lograrlo. Cuando nos ponemos una idea en la cabeza, no hay más alternativas. El problema es cuando no se puede cumplir. Uno va a hacer lo posible e imposible, pero a veces no se llega, y tenemos que pasar por sobre otras personas, lastimar a otras personas, convencerlas de que lo que queremos es lo que hay que hacer, o tener. Por más que otros digan que no, uno no ve otras opciones. Hay un solo camino, y es el que nosotros queremos. Si no podemos cumplir ese capricho, viene la decepción. Y encima de todo, la frustración y la impotencia. Maldita impotencia. Porque es la peor, nos hace pensar que TIENE que haber otra forma, pero cuando no la hay, queremos desatar la furia con algo, o alguien. Obviamente, el foco de desahogo siempre es el equivocado, porque se pierde el juicio. Echamos la culpa a cosas que no tienen nada que ver, porque nos volvemos ciegos. Si no alcanzamos lo que queremos, somos capaces de cualquier cosa. Pero al fin y al cabo, es un ciclo vicioso. Como todo. El problema es que todo se separa. Si intentacemos llegar a nuestra meta con pequeños objetivos, quizás todo sería más fácil. Pero, como dije, es tan complicado ser objetivo cuando estamos tan obsecionados. No vemos claro, confundimos sentimientos y motivos. Y todo vuelve a empezar. No pude lograr aquello, así que voy a tener que hacer lo otro. Porque, al fin y al cabo, todos tenemos una meta, un punto final al que queremos llegar. Un sueño. Por más tiempo que tenga que pasar, en el fondo sabemos que en algún momento lo vamos a alcanzar. Cueste lo que cueste, y haciendo lo que haya que hacer, todos llegamos en algún momento. O tendremos que conformarnos con lo que hay. Aburrida y triste conformidad.